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10 feb 2009

Petroleo,¿recurso natural o beneficio personal?

Papi, ¿por qué se llevan algo que nos pertenece? Esa es la pregunta que un niño le pregunta a su padre en el momento en el que una empresa multinacional encargada en la explotación de bolsas de petróleo y su gestión acuerda con el Gobierno en el poder, el traspaso de competencias para la extracción de tan preciado recurso natural en la actualidad.

El niño está mal vestido, hace varios días que no se ducha porque a su casa no le llega agua. Por tanto, al no poder abrir el grifo y esperar a que salga agua por el mismo, como ocurre en los países “enriquecidos”, se encuentra mal nutrido a consecuencia de que la madre no puede cocinar. Sus labios, resecos por el calor, entre otras cosas; su cuerpo necesita agua, como cualquier ser humano. El niño no puede realizar una acción tan cotidiana para nosotros como es beber agua simplemente porque la poca agua que llega es no potable. No obstante, aún con todas las condiciones que juegan en su contra, no comprende lo que está viendo.

Por otro lado, el padre no tiene respuesta para la pregunta de su hijo. Sólo tiene lágrimas para expresar que le están arrebatando algo de la tierra en la que viven. Y no puede hacer nada. Sólo resignarse e intentar darle oportunidades a su hijo que a él, por diversas circunstancias no pudo disfrutarlas.

Esta breve historia, si es contada en un país rico ¿Qué diríamos? No hay derecho. No es justo. Deben ser juzgados por ladrones. Pero ¿y si decimos que el causante de todo esto es Repsol, Gas Natural, por ejemplo, y que dicha materia prima es el petróleo? ¿Las respuestas serían las mismas? Me parece a mí que no. La justificación que darían al respecto serían: “eso debe hacerse, si no ¿Quién lo haría? ¿Cómo llenaríamos el depósito de nuestros automóviles?”. A mi parecer, esto último ocurre (¿me equivoco?) y, cuanto menos, me parece curioso. ¿A ustedes no?

2009. Evo Morales nacionaliza la petrolera Chaco. ¿Qué significa? Quiere decir la gestión y explotación del petróleo pasa a manos del Estado. En países como Bolivia y Venezuela ya están cambiando las cosas. Para bien, según estos países y para mal desde la óptica de las empresas perjudicadas. No obstante, las noticias que leemos en los principales medios de comunicación, también conocidos como “de masas”, son diferentes. En el diario “El País”, por ejemplo, perteneciente al grupo Prisa y con intereses económicos en ambos países, aparece el siguiente titular: Venezuela, atada al petróleo. La caída de los precios del crudo augura un año difícil (http://www.elpais.com/articulo/economia/Venezuela/atada/petroleo/elpepuintlat/20090125elpnegeco_1/Tes). Esto aparece debido a que el petróleo está en manos del Estado.

El accionista que dejó de serlo en las petroleras afectadas por el intervencionismo estatal sigue siéndolo en grandes medios de comunicación y no ha invertido cientos o miles de millones en comprar las acciones en susodichos medios para adoptar una postura equidistante ante tales acontecimientos. Aunque se puede entender desde un punto de vista más específico, hay que alejar la lupa para ver el problema de forma global. Estos señores que defienden lo que ellos denominan sus “privilegios naturales” y que, como se ha dicho, han invertido mucho dinero para llegar a ser magnates de mass media, no van a permitir, desde su trinchera, que lleguen al poder gobiernos que puedan poner en jaque sus intereses. Por esto deben realizar una guerra mediática de criminalización y tergiversación de la realidad de aquellos que osen enfrentarse a ellos mediante reformas que antepongan el bienestar de la mayoría al suyo. Su mérito es conseguir influir en las actitudes de la gente hacia gobiernos de izquierdas para que no cunda el ejemplo en otros países o que no cunda en ese país de forma tan rápida. Su quimera no es otra cosa que contra los que desde el poder pretenden subirles los impuestos, nacionalizar las grandes empresas de las que son accionistas, redistribuir las miles de hectáreas que tienen ociosas mediante la reforma agraria… Y con el dinero que darán tales acciones al Estado se podrá financiar un sistema de sanidad, educación, pensiones, becas público y universal… No sólo esto, sino que en el caso de los recursos naturales, la gente será la beneficiaria de la gestión y utilización de éstos y se establecerá la soberanía nacional. El petróleo, gas, agua, minerales… será del país y de la sociedad (representada por el Estado) y no de un puñado de familias que vivirán en la opulencia mientras saquean los recursos de todos.

Para ejemplificar y ser más diáfanos: imaginemos una empresa petrolera que está en manos privadas y que extrae 500.000 barriles diarios (suponemos a la baja) si el barril de petróleo está a 100 dólares, supondrá una cantidad diaria de 50 millones de dólares diarios cuyo beneficio neto irá a las manos de los accionistas de ésta. Si esta empresa es nacionalizada y pasa a ser propiedad del Estado, esa cuantía que antes hacia opulentos a unos pocos, irá al Estado y servirá para dar cobertura a políticas sociales como las que se han realizado en Bolivia tras las nacionalizaciones que ha llevado a cabo el Ejecutivo presidido por Evo. Los trabajadores que antes soportaban condiciones de esclavitud ahora pasan a ser funcionarios, a gozar de una jornada de 8 h diarias, de vacaciones pagadas… Y todo esto llevando a cabo una gestión dentro del desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente que no se hacía bajo gestión privada, que sólo buscaba sacar el máximo beneficio posible a costa de precariedad laboral, contaminación, expoliación… Los ejemplos de programas financiados con la partida de dinero que ingresan las arcas públicas son: liberar a Bolivia del analfabetismo, los programas de sanidad pública y sobre todo atención primaria a poblaciones indígenas (durante siglos oprimidas y eliminadas físicamente en su país por la minoría blanca colonizadora), el programa de Juancito Pinto que supone una beca para escolarizar a los niños, la renta dignidad una bonificación a los ancianos que no tenían ningún tipo de pensión…

Hace pocos días, el pueblo boliviano ha aprobado la nueva Constitución Boliviana. Existen muchos aspectos relevantes del documento. Entre ellos, se reconoce con igual jerarquía las autonomías departamental, provincial, territorial indígena y municipal que ya existe. El texto constitucional reconoce tres tipos de democracia: la representativa, la directa y la comunitaria, y asimismo establece una articulación entre la justicia ordinaria, de matriz occidental, y la justicia comunitaria, con equivalencia entre hombres y mujeres (artículo 11).

Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley (véase art. 2).

El texto básico del estado boliviano ha recibido el respaldo del 62 % de los votantes. Aún así estos medios de masas insisten en decir que no recibió el respaldo esperado por el gobierno de Evo Morales, de un 67%. Para los ricos de Bolivia, no ayuda las heridas que están abiertas sino que profundizará la confrontación. ¿Confrontación? ¿Por qué? Si la mayoría de la población ha optado por una opción, aquellos que se han decantado por la otra deben respetar la opción mayoritaria. ¿En eso consiste la democracia verdad? Por ello, ¿Por qué se va a ahondar en el choque directo de intereses?

Esos mismos enarbolan la constitución española como ejemplo de “consenso” de “madurez política de la sociedad española” de “democracia” (cuyo Jefe de Estado es un rey elegido a dedo por un dictador que llegó al poder gracias a la ayuda militar de Hitler y Mussolini) pero no tienen en cuenta que, siendo objetivos, no utilizando dos varas de medir –como ellos hacen- la constitución española recibió menos respaldo que la boliviana (un 4% menos) y una mayor abstención. Ahí están las pruebas de la doble moral de los accionistas de los mass media y de los que se oponen a estos gobiernos verdaderamente democráticos.

Además de votar Sí o No sobre la Constitución, la ciudadanía apostó por limitar los latifundios a 5.000 hectáreas frente a 10.000 que se proponían. El resultado fue un 77% a favor de las 5.000 ha y 23 – 24% en pro de las 10.000. Hay conflictos de intereses, sí, pero según los latifundistas que ven limitada sus propiedades. Aún así, deben respetar lo que ha sido elegido por todos ¿O no es menos cierto que durante mucho tiempo han tenido que soportar las acciones de unos pocos en detrimento de casi todos?

La realidad es más expresiva que las palabras en este caso, para el que no haya tenido el gusto de ver este documental: Bolivia para todos.

Raúl Muñoz y Luís Carlos López, estudiantes de la UMA y miembros de Estudiantes de Izquierdas.

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